Recibió su nombre de los sacerdotes españoles que quedaron impresionados con sus propiedades medicinales. Las hojas aromáticas eran hervidas para preparar un té para tratar la tos, los resfriados, el asma, la pleuresia, la tuberculosis y un emplasto hecho de las hojas era aplicado para el dolor de articulaciones.
Por otro lado, la hierba santa proporciona paz espiritual. Posee propiedades sensitivas que conectan con lo más profundo del alma para encontrar un estado de felicidad y relajación que no se puede conseguir de ninguna otra forma. Para esta propiedad es muy eficaz bañarse con hierba santa, dejándolas reposar previamente sobre el agua para que se diluya toda su energía y esté en contacto directo con la persona una vez se mete dentro del agua.
Relacionado con la cualidad anterior, la hierba santa es muy útil para la meditación. Es empleada como aroma para entrar en un estado relajado de la mente y poder comprender qué es lo que queremos y cómo nos sentimos actualmente.
Por último, la hierba santa aporta suerte. La buena suerte solo es concedida a unos pocos, aquellos que confían ciegamente en las cualidades de esta planta. Estas personas tienen éxito en todo lo que se proponen. Su autoestima crece cuando poseen hierba santa o han hecho un ritual con esta planta mágica. Esa es la clave para alcanzar el éxito. Confía en lo que tienes y las cosas saldrán bien por arte de magia.